martes, 15 de junio de 2010

aww que romantico! ^_^

Esta es una de mis partes favoritas del libro 'Un grito de amor desde el centro del mundo' de Kyoichi Katayama, del cual también puse un fragmento interesante en la entrada anterior de este Blog =) Es que me encantan las conversaciones entre Aki y Saku, son geniales! ^^
Mi intención no es otra mas que convencerlos de leer este libro que tiene una historia interesante, bonita aunque algo triste también.
Ahora, si creen que sí van a leer pronto este libro, entonces no les recomiendo que lean esta parte que puse, porque tal vez piensen que les arruinaría un poco la historia al leerla ustedes, porque sí es un pequeño spoiler...
pero si no les importa, se mueren de curiosidad por saber, o si son como yo, que a la hora de estar leyendo un libro se olvidan por completo de los comentarios o pedazos de la historia que ya les habían contado antes y no es sino hasta el momento en que lo acaban de leer que dicen: "ah, sí es cierto!, esta parte, o este detalle ya me lo habían contado" XD jeje entonces no hay problema ^_^ sigan leyendo...

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De pronto, se puso el sol y las tinieblas se extendieron por los alrededores. Un hombre con un hakama de color blanco, que debía de ser el sacerdote principal del santuario, subió la escalera. "Buenas noches", dijimos nosotros. Él nos devolvió el saludo con voz profunda.
-¿Qué estáis haciendo aquí?- preguntó sonriendo.
-Estamos charlando-respondí yo.
-ciérrala bien- dijo Aki cuando el sacerdote hubo desaparecido.
Rodeé la caja con la cinta elástica y me la metí en el bolsillo de la cazadora.
Ella se quedó un rato mirando el bulto en el bolsillo. Luego alzó la vista al cielo.
-Ya han salido las estrellas-dijo-.Últimamente son preciosas, ¿no?
-Eso es por el fluorocarbono, ¿sabes? Debido al agujero de la capa de ozono, el aire es menos denso y las estrellas se ven mejor.
-¿Ah, sí?
Permanecimos un rato en silencio, con los ojos clavados en el cielo.
-Pues no aparece ningún ovni, ¿eh?-dije yo.
Ella soltó una risita un poco incómoda.
-¿Nos vamos?
-Sí-asentí yo haciendo un pequeño movimiento afirmativo con la cabeza.
En el preciso instante en que desaparecían las últimas luces del cielo... nos dimos un beso. Nuestros ojos se encontraron, se produjo un acuerdo invisible y, antes de que nos diéramos cuenta, habíamos unido nuestros labios. Los labios de Aki sabían a hojas caídas. O quizá el olor lo hubiera traído el sacerdote después de haber estado quemando hojarasca en el jardín. Ella tocó la cajita por encima del bolsillo y pegó con más fuerza sus labios a los míos. El olor a hojas caídas se hizo más intenso.


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Aww ^_^ que romantico el Saku verdad? XD con la explicación de porque últimamente se ven más hermosas las estrellas ^^

Ah y si quieren saber lo que contiene la cajita que traía Saku... eso sí no se los diré! XD si tanto les da curiosidad, pues leanse el libro jiji

NOTA: para los que se preguntaron: ¿Porqué a este fragmento del libro sí le puse una pequeña"advertencia de spoiler" y al anterior no?... bueno, no fue porque se me haya olvidado, sino porque al fragmento anterior no le dí tanta importancia ya que es de las primeras páginas del libro, y este que puse ahora es un poquito más avanzado y mas importante, aunque tampoco llega ni a la mitad del libro

sábado, 5 de junio de 2010

Kyoichi Katayama

...
-¿Crees en el otro mundo?
-¿Y por qué lo dices?
-Porque mi abuelo y aquella mujer se juraron reunirse en el otro mundo.
Aki reflexionó unos instantes.
-No, yo no creo-dijo
-Pero tú, cada noche, antes de acostarte, rezas, ¿no?
-Es que yo creo en Dios-dijo Aki con resolución.
-¿Y qué diferencia hay entre Dios y el otro mundo?
-No sé. A mí me da la sensación de que el otro mundo es algo que nos hemos inventado porque nos conviene. ¿A ti no?
Lo pensé un poco.
-Entonces mi abuelo no podrá estar junto a ella tampoco en el otro mundo, ¿no?
-Bueno, sólo se trata de lo que yo creo o dejo de creer-dijo Aki en tono de disculpa-. Y tu abuelo y ella pensaban de otro modo.
-También es posible que Dios se algo que nos hemos inventado porque nos conviene, ¿no? Ya se ve en lo de "rogarle a Dios" o cosas por el estilo.
-Mi Dios no tiene nada que ver con eso.
-¿O sea que hay muchos dioses?¿O diferentes tipos de ellos?
-Aunque no crea en el paraíso, puedo respetar a Dios. Y es porque temo a Dios por lo que le rezo todas las noches.
-¿Para que no te castigue?
Justo en el instante en que la discusión alcanzaba su punto culminante, el profesor exclamó:
-¡Vosotros dos, que desde hace rato no paráis de hablar!
Y, como castigo, nos hizo ponernos de pie al fondo de la clase. "Eso es el poder!", pensé yo. Estaba permitido hablar sobre la posibilidad de un cruce entre un ser humano y un chimpancé, pero no sobre el amor entre un hombre y una mujer que trascendiera el tiempo...
de pie, seguimos discutiendo entre susurros sobre la historia de mi abuelo....

(Fragmento del libro: "Un grito de amor desde el centro del mundo" de Kyoichi Katayama)